La punta del zapato: mayo 2012
DIARIO DE UNA ACOMPAÑANTE DE LUJO DE MADRID

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miércoles, 30 de mayo de 2012

Insomne

Son las cuatro de la madrugada, debería estar dormida para poder ir a clase a las diez. 

Algunas noches tengo insomnio, pero me duermo a las dos o las tres como muy tarde. Mi hora de acostarme es las doce si puedo, y si he salido con algún cliente y llego más tarde, me duermo nada más quitarme los zapatos, el vestido y ojalá me de tiempo a desmaquillarme antes de caer dormida.

Hoy me toca estar insomne, viendo la tele comiéndome un tazón de cereales. Dormir seis horas es aceptable de vez en cuando, aunque yo si no duermo nueve no estoy a gusto, si son diez mejor, de hecho creo que esa es la clave de mi belleza y mi buen tipo, más allá de las cremas y el ejercicio. Chicas... hay que dormir, cuando una duerme todo lo demás va sobre ruedas, el cuerpo no te pide tanta azúcar, tienes más ganas de hacer ejercicio y el cutis está estupendo. 

Pero hoy no puedo, y cada vez estoy más nerviosa, me voy a poner a hacer patrones de mangas. Es lo único que se me ocurre para conciliar el sueño y para al menos aprovechar este insomnio y que no sea tiempo perdido.

¿Tendrá algo que ver el hecho de que venga mi familia a visitarme?

Tengo un día duro mañana, tengo clase y tengo que saltarme la última hora para ir con un cliente ansioso, no es que las doce del mediodía sea mi hora preferida, pero me debo a mi trabajo :)


domingo, 27 de mayo de 2012

Pedir que te paguen no es fácil

Alexander McQueen

Una de las preocupaciones cuando quedas con un cliente nuevo es el modo en el que paga. A mí siempre me ha estresado un poco que los nuevos no me paguen al principio de la cita porque no me relajo pensando que podrían usarme y no pagarme. Aunque por suerte nunca me he ido a casa con las manos vacías, pero sí que me he encontrado un par que se han hecho los remolones, y a bastantes que me han pedido rebajas.

Jamás he pedido que me pagaran en una cita, acuerdo el precio antes de quedar y dejo en manos del cliente cuando y cómo me paga. Es un riesgo sí, y reconozco que me concentro mejor si me pagan antes o veo localizado mi dinero encima de algún mueble. Si el cliente es habitual sé que va a pagarme, pero si es nuevo siempre está la incertidumbre.

No es nada fácil lo de meter el dinero en el juego de la seducción, y aunque conviene ser muy claros en el asunto lo cierto es que a mí concretamente me ha ido muy bien no ser tan clara con el tema del negocio, una vez que hemos acordado el precio y demás antes de la cita, intento por todos los medios que mi cliente olvide que existe tal negocio y que me vean más como una novia o una amante cara que como una escort. Hay miles de chicas, miles de clientes y miles de gustos, yo sólo digo que a mí lo que hago me ha funcionado muy bien, se sienten más cómodos, y te son más "fieles".

Nunca he tenido que pedir que me pagaran, excepto ese par de veces que decía al principio del post que no sé si se querían librar o simplemente querían retrasarlo, pero tuve que pegarme a ellos hasta que fueron a un cajero a sacar dinero. Eso me pasó en los inicios, cuando cobraba más o menos 100€, ahora que cobro alrededor de 500€ irónicamente me pagan con menos remilgos y con menos esfuerzo.

Hay que tener mucha maña para meter lo económico en algo tan personal con un cliente. Yo creo que es una cuestión de tener un buen ojo de pu†å y pillar enseguida quien es un listo que te la quiere jugar y quien es un caballero, y eso como en todo en la vida.  


miércoles, 23 de mayo de 2012

Charlar con "otra"

Alexander McQueen
El cliente de ayer, aquel que quería simplemente charlar con una chica muy escotada en su oficina resultó ser un casado con una curiosa necesidad de contacto con el sexo pero sin llegar a ser infiel. No me atreví a preguntar cuánto tiempo lleva haciendo esto de planear chácharas con chicas, así que no sé si es fiel a su propio permiso a escondidas de su esposa, o es simplemente el primer paso a algo más "serio".

Yo no soy de esas que dicen que los hombres son unos cabrones y que lo sé de primera mano porque yo soy parte de sus pecados, o la causante (hay quien dirá). De hecho el charlador de ayer, me parecía todo lo contrario a un cabrón, porque aunque no habló mucho de su mujer, cuando me explicó la situación  percibí que respeta muchísimo a su mujer y su matrimonio. 

¿Hay algo de malo en desear hablar con una chica joven y de tu gusto? Vale, con el aliciente del escote es más polémico. Pero en este trabajo me encuentro con dilemas morales día sí y día también, la mayoría sin solución y muy enfrentados a las "normas sociales" cuando a las "normas clericales" y en realidad es todo una cuestión de costumbres y de aprendizaje que no tiene que ver con nuestra verdadera forma de pensar. Todo sería más fácil si decidiera no plantearme las cosas y simplemente actuar sin más.

La verdad es que no puedo responder a mi propia pregunta ¿el charlador es un infiel por lo que hicimos ayer? No tengo ni idea, supongo que depende de muchos factores, para empezar el factor de que es un secreto y los secretos no suelen ser buenos. Aunque ni siquiera es una ley absoluta y tiene miles de lagunas y excepciones.

Como sea, este tipo de negocios me gustan, al menos te hacen pensar y conocer cosas nuevas siempre es bueno. Y en ningún momento se me ocurre juzgar, sólo comprender o en este caso tratar de definir el asunto. ¿Es malo ser infiel? Es relativo y depende del caso... pero, ¿es infiel el charlador por el hecho de charlar mirando un escote? Más relativo imposible, yo no lo tengo nada claro. Y tampoco es que me importe, pero como no sé ni mi propia opinión al respecto es un caso digno de exponer en el blog. 




martes, 22 de mayo de 2012

Hablar con chicas escotadas

Alexander McQueen

Buenas tardes queridos/as! 

Hoy he hecho pellas... sí, ayer también, la razón, o mejor dicho la excusa en este caso, es que no quería enfrentarme a la situación de decir a las profesoras que no tenía las cosas hechas. Aunque no me miréis mal, las pellas las he utilizado para acabar los trabajos en casa. 

Ahora me voy a Callao, a dar una vuelta y de paso acercarme al despacho de un cliente, sólo quiere hablar con una chica que lleve mucho escote... hemos llegado a un acuerdo, él no quería pagar la tarifa y por estar un rato algo inclinada hacía adelante con los botones desabrochados y dejar ver el sujetador no es que sea un suplicio, así que hemos pactado 100€ por una hora de cháchara. No sé si piensa darse placer el mismo en plena conversación, pero en el caso de que lo haga... pienso imponerme y pedir mínimo 50€ más. ¿Veis que cosas más raras se encuentra una por Gran Vía?

Y eso que por allí lo que no falta son las chicas escotadas ¿por qué me ha elegido a mí que tengo el pecho justo en vez de una exuberante chica de la calle Montera que seguro que lo hace por menos de 50€? Me sorprende lo exquisita que es a veces la gente.  

... Y voy a confesar algo, muchas veces me paseo por Montera para cotillear el ambiente, ver a las chicas y como se lo montan para seducir clientes. Quiero tener el valor de hablar alguna vez con alguna, quizás la podría contratar para charlar con ella ya que estamos en el asunto, jaja. 

Tengo mucha curiosidad... hablo de ellas, pero no sé mucho más que cualquier persona normal, sólo de verlas, de ver documentales de la tele, pero nunca de primera mano. Y la verdad es que me interesa muchísimo, porque a veces marco mucho la diferencia entre ellas y yo, pero al fin y al cabo en la base, todas somos putas. 

Además tengo ganas de decirle a alguna de ellas que ganaría más con unos buenos zapatos de tacón que con esas botas que les llegan por encima de la rodilla. O puede que me haga comprender que no tengo ni idea y que las botazas de Montera son la panacea de la seducción. 





Estoy bien, de verdad!

Alexander McQueen

El sábado hice una fiesta en mi casa, invité a cinco amigos que trajeron a tres más. La hice porque seguía un poco alicaída, convenciéndome a mí misma de que al haber elegido libremente mi vida no podía estar mucho más equivocada que cualquiera de los que me rodean pero cayendo en el círculo vicioso de la culpabilidad una y otra vez. 

La mayoría de los que había en mi salón no sabían a qué me dedico, eso estaba pensando cuando cerré los ojos e intenté asimilar y recordar que la única opinión que debe interesarme es la mía, y yo estoy muy contenta en realidad, hasta que me pongo a pensar en qué dirán los demás y todo se tuerce.

Pero es cierto que estoy contenta. No elegí este trabajo por necesidad, ni siquiera exactamente por dinero, aunque si no pudiera pedir unos 500€ por cita lo más seguro es que no me mereciera la pena el verdadero motivo que me lleva a este "empleo", que es el de ser un poco modelo,  actriz, un poco amiga, madre o hija, psicóloga, animadora y a veces... puta, que lo pongo al final porque es lo más fuerte de decir, pero no lo que menos me gusta.

¿Sabéis? hace unas líneas he dicho que sólo importa mi opinión, y aún sigo pensándolo, pero soy consciente de que estoy en un equilibrio muy frágil, yo al igual que casi todas las que me leéis, he sido educada para rechazar la idea de ser "puta", y las de mi generación incluso hemos sido educadas para no valorar siquiera aquello de preferir al rico por su dinero. También a mí me cuesta mirarme al espejo y decir "estoy feliz de ser (esa palabra que hemos aprendido que es fea)". 

Pero bueno, no os miento cuando digo que estoy feliz de estar como estoy, incluso de cómo lo hago. Seguro que las que os dedicáis a ello entendéis muy bien mi sube y baja de humor con respecto a esto, e incluso las que no os dedicáis a esto, como mujeres que sois entenderéis la lucha que supone ponerte en el lado de las que nos han dicho "que no se respetan a si mismas". 

Es todo una cuestión tan de discursos aprendidos y repetidos... que es difícil darse cuenta de que en realidad ESTOY GENIAL aquí... con mis cosas, mi vida, mis clientes y sobretodo y a pesar de todo sintiéndome viva!
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