La punta del zapato: Juzga y serás juzgado
DIARIO DE UNA ACOMPAÑANTE DE LUJO DE MADRID

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miércoles, 24 de agosto de 2011

Juzga y serás juzgado


Os voy a comentar lo que siente una prostituta cuando el aura del Papa sobrevuela la ciudad en la que una ejerce. 

Madrid es una ciudad con bastante libertad de acción, puedes encontrar cualquier vicio y pecado más o menos cerca y casi siempre hay alguna parada de Metro que te deja en la puerta de tus deseos más terrenales, ya sea moda, buena comida, fiesta, porros, bares, discotecas... y por supuesto sexo gratis o de pago, en hoteles o al aire libre, con una gran variedad de precios y estilos, desde las extranjeras de Montera hasta las travestis de Fortuny, pasando por supuesto por las escorts de lujo o las que se pasean por La Casa de Campo. Y no es que Madrid sea la ciudad por excelencia del turismo sexual, pero es el tema que yo trato y el que resalto.

Por supuesto que el Papa no ve con buenos ojos mi profesión, eso lo entiendo, sé las razones por las que soy considerada una mala mujer, es un tema muy peliagudo, yo misma no me sorprendería de que el día de mañana sea yo la que me juzgue y me considere una puta (esta vez en el mal sentido de la palabra), una enferma o una humana de mala calidad. Pero hay una cosa clara, con todo lo malo que se pueda decir de mí, hay una verdad innegable y es que lo que hago lo hago como mujer libre, sabiendo o creyendo saber dónde me meto.

Bolso de Our Lord and Saviour

Se me hace muy duro ser juzgada por los católicos, a lo largo de la historia, han sido los que más han nombrado a las mujeres como yo no sólo para condenar su comportamiento, sino incluso para usarlas como ejemplo del género femenino en general. Los católicos están rodeados de escándalos, que sin contar la pederastia o crímenes de los que hay ejemplos reales, no serían tales escándalos si se tomaran las cosas de una forma más relajada, el sexo libre en todos sus aspectos, el gusto por el lujo, el divorcio... cosas cotidianas que las tienen prohibidas y muy pocos católicos se privan de ellas y que ellos mismos deciden que sean escándalos y pecados. Ni siquiera hay que recurrir a temas escabrosos como la pederastia, la Inquisición, la quema de brujas, o cosas actuales aún como el machismo o cegar las mentes de sus fieles para que no vean las ruinas de la Iglesia, casi siempre deslumbrados por el odio hacía colectivos modernos, liberados y con ganas y necesidad de avanzar.

Luego ves católicas abortando, pasando por delante de una mendiga y reservando su dinero para comprar en Dior, divorciándose de su marido por que le ponen los cuernos con el chófer... etc... (cosas que no reprocho, excepto a una católica, entre otras religiones).

Y no hablo de una, ni de dos, hay miles, hombres y mujeres que van a misa y pecan, y pecan y vuelven a pecar sin ni siquiera pensar en cuántas reglas propias se están saltando. Por supuesto los habrá que cumplan las reglas que ellos con su libertad han decidido elegir, esos irán al cielo, esos son buenos, siempre y cuando no exijan que todos seamos como ellos. Pero y esos que con su relativa libertad eligen ser católicos y encima se dan el gusto de juzgarte... y luego llamarte para concertar una cita... por poner un ejemplo. 

Si yo voy al infierno por puta, os aseguro que voy a estar rodeada de católicos. 

Siento ser tan clara, pero espero resultar sincera, una "virtud" que puedo contrastar al mayor pecado de la mayoría de los católicos: La hipocresía.

Me siento con la absoluta libertad de juzgarles duramente, veo como juzgan no sólo mi profesión, ya he dicho que eso lo entiendo, pero también me juzgan como mujer sexual y eso lo tengo en común con el 99% de las mujeres, también veo como se juzga a los homosexuales y a cualquier forma de vida que no sea un cuerpo autoagredido a base de privarse de individualidad, placer y mente analítica.

Juzga y serás juzgado, la serpiente que se muerde la cola ¿quién juzgó primero, la Iglesia o la puta?




2 comentarios:

Dora dijo...

Ni siquiera entiendo que juzguen tu profesión. Los cristianos no juzgan ¿no? Son benevolentes y Dios acepta a todos... bla, bla, bla... Vive y deja vivir.

Y sobre todo, que no se anden con tanta tontería, que luego son los primeros en tirar la piedra, con la diferencia de que ellos esconden la mano y a los no católicos no nos hace falta hacerlo.

Y otra cosa, no creo que el día de mañana tú misma vayas a juzgarte con esas palabras... esa es tu profesión porque así lo has elegido y porque te gusta en este momento. A veces tengo la sensación cuando leo tus posts de que tienes dentro de ti un conflicto entre lo que te gusta y lo que está 'socialmente aceptado'. Pasa de todo, vive como quieras y no mires atrás. No podrás borrar de tu pasado nada de lo que hagas, pero tú decides tu futuro.

la Punta del Zapato dijo...

Muchas gracias Dora.

Me alegra de que tengas una mente abierta, todos los que ven más allá de los prejuicios y sobretodo son conscientes de qué está bien y qué está mal más allá de convencionalismos y dogmas, se dan cuenta como tú, de cuales son los verdaderos problemas de la fe ciega, y de sus consecuencias.

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