Brian Atwood |
Olvidad lo que dije ayer, el negocio se ha ido al traste, por una parte estoy decepcionada porque he perdido la opción del piso gratis, por otra aliviada porque soy libre, no tan rica, pero libre y eso sé que en unos días cuando me enfríe será lo que realmente me importe.
He quedado con el cliente para ir de compras de Reyes Magos para sus sobrinos. Cuando íbamos al centro comercial en su coche me ha dicho cual es su nuevo plan. Ha abandonado la idea de regalarme el piso, ahora me deja vivir en él, eso quiere decir que me ahorro pagar un alquiler todos los meses. pero eso cambia las cosas, yo no tengo problemas con el alquiler de mi piso, sin embargo aunque lo tenga que pagar mi casero no es mi cliente y eso es muy distinto.
Quizás me vaya más adelante a su piso, ahora estoy bien como estoy. Ya me parecía raro que alguien regalara un piso así como así, y además ese piso concreto. La verdad es que es lo más sensato que puede hacer él y me ha evitado caer en la tentación a mí de cometer una solemne locura.
Le he dicho que es lo mejor que puede hacer, que evidentemente no soy tonta y sé valorar lo que es un piso y el punto económico que supondría en mi vida. Pero también le he confesado que desde el primer día lo vi como una locura para ambas partes, tanto para él como para mí, por mucha ilusión que me hiciera tener un piso de mi propiedad.
No le he dicho que me quiera ir a vivir a su piso para evitar pagar alquiler, él promete que estaría sola y él por supuesto respetaría mi privacidad y asumiría que es mi casa y no la suya. Pero estamos en las mismas... y encima me puede echar cuando le venga en gana, creo que esa situación no me favorece especialmente porque me coloca en una situación algo frágil y dependiente.
Por ahora mi decisión tiende a quedarme en mi piso, como estoy y no hablar demasiado con él sobre el tema. Es muy impulsivo y no puedo permitir que me vuelva loca otra vez con sus ideas, si el no puede tranquilizarse, tendré que ser yo la que mantenga la cabeza fría y ser racional.
La cosa está como debió haber sido desde el principio, yo ganando mi dinero y dejando a un lado las fantasías raras que me proponen.