Qué frío hace, es la una de la madrugada, acabo de llegar, al final mi querido agente inmobiliario sí que me ha pedido una cita. Hemos ido a cenar a un restaurante italiano, me he comido todo lo que he podido porque me encantaba la pasta que he pedido, pero eran cantidades industriales y ni siquiera he podido comer postre.
Me he puesto unos pantalones como de ejecutiva anchos de cadera y casi pitillo por abajo, con unos botines negros con tacón medio, un sujetador fucsia, camiseta de tirantes blanca de algodón algo transparente, chaqueta de punto rosa, una diadema negra con el flequillo muy bien sujeto detrás de la oreja.
Balmain |
Qué me va a decir a mí de los uniformes... al final tendemos a eso cuando nos agrupamos, es nuestro instinto, bueno el de mucha gente, incluso aunque queramos destacar un día nos damos cuenta de que nos parecemos al vecino mucho más de lo que nos gustaría.
Hemos ido al cine a ver Skyline, me ha gustado la película y el protagonista estaba cañón :)
Después hemos ido a El Pardo, a un parking que hay allí dónde hay más coches con los cristales empañados, llenos de estudiantes supongo, soldados con sus novias, ya que por allí hay un cuartel. Y aunque yo no soy muy dada al sexo al aire libre y a esos ambientes tan poco elegantes, no me queda otra que aceptar, por eso me pagan y sé en qué consiste el "contrato" imaginario que se hace entre cliente y escort, no tiene porque encantarme, hubiera preferido algo más confortable, con cama, calefacción...
No hubo coito, me pidió que me masturbara, él se masturbó también y hubo algo de tocamientos, nada realmente intenso. Tardó unos cinco minutos en eyacular. Puso música y me llevó a una esquina cerca de mi casa mientras hablábamos de la película. Hace un frío de muerte, y las dos manzanas que he andado han sido un largo y gélido camino.
Quiero dormir.
Quiero dormir.
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